Battlestar Galactica is fraking awesome

Ha llegado el día de hablaros de la última, y una de las mejores, serie que he visto. Podría estar aquí alagando el trabajo de cada uno de los actores, de los guionistas, de los directores, o del fantástico Bear McCreary, compositor de la, aun más fantástica, banda sonora. Y lo haré, pero brevemente y al final. Voy a enfocarme en lo que me ha transmitido la que es la serie que más me ha enganchado desde Lost.

Los Cylon fueron creados por el hombre. Evolucionaron. Se rebelaron. Existen muchas copias... Y tienen un plan.

Todo comenzó con la miniserie, donde nos presentaban a las doce colonias (Aquarion, Aerilon, Canceron, Caprica, Gemenon, Leonis, Libran, Picon, Sagitarion, Scorpia, Tauron y Virgon), aunque la acción se situaba en Caprica. Los asentamientos vivían en paz, prosperaban y se recuperaban de la primera guerra contra los Cylon, androides que ellos mismos habían creado y que se rebelaron.
Habían pasado cuarenta años desde que se firmara la tregua que acabó con la guerra. En todo ese tiempo no se habían tenido noticias de los Cylon. Un buen día, y tras un plan bastante bien llevado por aquellos que lucían como humanos, atacaron con furia las doce colonias, destruyendo todo a su paso. La humanidad se redujo a menos de 50.000 personas que huían bajo la sombra de la Battlestar Galactica, una nave de combate.

A partir de esos sucesos arranca una de las mejores series de la historia de la ciencia-ficción. Es uno de los dramas más interesantes y complejos que ha dado la televisión. Su trama y sus personajes son complejos, humanos y nunca se les juzga, dejando que seamos nosotros los que tomemos nuestras propias decisiones. Y eso es bastante bueno. Siguiendo esa complejidad en las tramas, ningún personaje está etiquetado desde el principio como bueno o malo. Unos y otros son capaces de las peores vilezas y de las más grandes heroicidades, y la línea entre héroes y villanos se difumina. Y eso es aun mejor.
Además, no sería descabellado afirmar que tiene algunos de los momentos más impactantes y fabulosos de toda la historia de la televisión, no solo de la ciencia-ficción. 33, el primer capítulo de la serie como tal, es un magnífica joya. Tensión, acción, dramatismo, y grandes escenas entre sus personajes. Condensa a la perfección casi toda la serie.

Ahora toca poner por las nubes a todos y cada uno de los tripulantes de Battlestar Galactica. Voy a empezar por aquel que comanda toda la flota, Edward James Olmos, o lo que es lo mismo, el comandante William Adama. Sin él la serie no sería lo mismo. Todos confían en sus decisiones para llevar sus vidas a un nuevo planeta a salvo de los Cylon. EJ Olmos interpreta de forma magistral al comandante, y puedo decir que en mi vida he visto pocos personajes tan bien llevados. Mary McDonnell es Laura Roslin, que pasa de ser la secretaria de educación a presidenta de las doce colonias tan rápido como cayeron las bombas de los Cylon y mataron a todo los demás integrantes del gobierno. Por momentos puedes odiar su personaje, pero hay que decir que McDonnell hace un trabajo brillante a la altura del gran EJ Olmos. Los dos son las caras visibles de la humanidad, la presidenta del gobierno y el gran comandante.
Es el turno de la bellísima Katee Sackhoff, que no es otra que Kara 'Starbuck' Thrace, la mejor piloto de toda la flota. Desobediente, orgullosa, mística, especial... Todos esos adjetivos encajan a la perfección en el personaje que interpreta maravillosamente la señorita Sackhoff. Quizá mi personaje favorito por todo lo que esconde durante la serie, y lo que sigue escondiendo tras ella. James Callis, es decir, Gaius Baltar, es el detonante de todo. Aquel que, por satisfacer sus deseos, deja entrar a los Cylon a los sistemas de defensa de las doce colonias. El camino que recorre este personaje es para parase a mirarlo con detenimiento. Comienza siendo una persona a la que solo le importa el mismo, para acabar como profeta de el único Dios y ayudando a los demás, pasando por múltiples facetas que omitiré por motivos obvios.
Gaius pierde el norte por las curvas de un Cylon, Caprica Six, encarnado por la explosiva Tricia Helfer (aaay, omá). Ella es la Cylon más importante en los primeros compases de la serie por lo dicho anteriormente. Es la que consigue infiltrarse en los sistemas de defensa y dejar con el culo al aire a toda la humanidad.
Estos son, para mí, los personajes más destacables de toda la serie. Sobre los que marcha la historia. Hay muchísimos más con una importancia similar, está claro. Están el capitán Lee 'Apolo' Adama, el coronel Saul Tigh, la piloto Sharon Valerii, el jefe de mecánicos Gaen Tyrol, los oficiales Dualla, Gaeta y Karl 'Helo' Agathon, los supervivientes Samuel Anders y Tory Foster que pasan a ser, una vez rescatados, oficial y ayudante de la presidenta, respectivamente.
Todos ellos forman un reparto bastante variado y con un nivel de interpretaciones envidiable. Un reparto que ha hecho posible una de las series que mas he disfrutado, con la que he vuelto a dar caña a mi cerebro. Desde que se acabó la historia en aquella mágica isla, nada me había hecho estar tan atento a todo, a cada detalle, como lo ha hecho esta inmensa nave de combate y toda la flota que la acompaña. Battlestar Galactica se merece todo lo bueno que digan sobre ella y más. Por su principio demoledor, por su final gratificante, por sus personajes, por sus incontables fraks (frak es usado en la serie como sustitutivo/una especie de fuck), por sus tramas, por sus misterios, por los humanos, por los Cylon, por sus cuatro temporadas, por su miniserie que marcó el camino, por sus películas Razor y The plan, por su inconmensurable banda sonora. Por todo eso no me queda otra que decir que BSG es la mejor serie ambientada en un mundo espacial, y eso es decir mucho teniendo en cuenta que por ahí hay una serie con bastante peso.

Hasta aquí llega mi reseña/homenaje a una de esas obras que marcan tu forma de verlo todo. Y una de las pocas que merecen el calificativo de obra maestra...

So say we all!

...

Dos personas andan en dirección opuesta al mismo tiempo. Y luego toman la misma decisión al mismo tiempo. Luego la corrigen, la corrigen y la corrigen... Básicamente, en un mundo matemático, estos dos tipos seguirán así para siempre. El cerebro es la cosa más compleja del universo, y está justo detrás de la nariz ... ¡Fascinante!

Una semana de película(s)

Se me apetecía un ciclo de cine, como esos que ponen muy de vez en cuando en algún centro comercial donde reinan las sillas de madera y el proyector. La diferencia es bastante grande, yo no admito las 'comercialadas' que llenan las carteleras de esos eventos (y de los multicines, todo hay que decirlo). Suelo ver alguna que otra película de ese tipo, no lo niego, pero más bien lo hago para darme cuenta del mal gusto que tienen millones de personas. Me gustan aquellas obras no muy conocidas o totalmente desconocidas, de esas que te encuentras sin querer y luego resultan ser unas maravillas del séptimo arte. También veo los trabajos de los grandes directores y actores, como no; podríamos resumir que solo veo lo que esta considerado, o yo considero, buen cine.
Bueno, voy a ir hablando de todo lo que he visto durante este ciclo de cine:


Celda 211

Dirigida de manera notable por Daniel Monzón e interpretada magistralmente por Luis Tosar (Malamadre) y Alberto Ammann (Juan Oliver, 'Calzones'), Celda 211 se ha convertido por méritos propios en una de las mejores películas que han salido de la factoría española. Un drama carcelario que nos cuenta la historia de Juan Oliver, un funcionario de prisiones que decide ir a su lugar de trabajo un día antes de lo estipulado para conocer las instalaciones y el ambiente de la cárcel. Una serie de sucesos hacen que se vea atrapado en un motín brutal liderado por Malamadre, cabecilla de los presos.
Es un thriller que se abre las venas y se desangra delante de tus ojos, con una narración tensa y muy bien llevada. Decir eso de 'altamente recomendable' es poco, Celda 211 se ha ganado el ser vista por todos. Es obligatorio su visionado.



Zombieland

Si te gustan los zombies esta película te encantara, sin lugar a dudas. Zombieland es una comedia con unos ligeros toques de acción. En un mundo plagado de zombis, Columbus (Jesse Eisenberg) es un gallina, pero cuando te juegas el ser comido por los zombies, el miedo puede mantenerte vivo. Un día conoce a Tallahassse (Woody Harrelson), un macarra caza zombies cuya única determinación en su vida es lograr el último twinkie (un dulce) en la tierra. Cuando ambos unen fuerzas con Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin), que también han encontrado una manera original de sobrevivir en ese caos, tendrán que elegir qué es peor: si confiar los unos en los otros para sobrevivir o sucumbir ante los zombies. Es una de esas películas hechas para pasar un buen rato, no es mala y entretiene bastante, ademas, cuenta con la aparición estelar de Bill Murray. ¿Quien no ha soñado con estar en esa situación?



El libro de Eli

Aquí nos encontramos con una de esas producciones que prometía muchísimo y se ha quedado en T de truño. La trama se sostiene a medias, pero al final... Bueno, os dejaré opinar a vosotros sobre ese final. En un futuro apocalíptico unos pocos humanos sobreviven en un ambiente increíblemente hostil y árido. Violaciones, canibalismo y salvajismo imperan en unas derruidas ciudades donde el más fuerte impone su ley. Vagando por la carretera, un guerrero solitario (Denzel Washington) se dirige al oeste con una sola misión: proteger un misterioso libro que lleva en su mochila. Washington y Gary Oldman hacen que la película sea más llevadera con sendas interpretaciones soberbias, pero no hay nada más. El libro de Eli peca de vender un pastel que ya nadie quiere, ya sabreís a lo que me refiero.

Repo men

Llegó a mi por una recomendación de un amigo, pero lo que me llevó a verla definitivamente fue Forest Whitaker, me encanta este hombre (de una manera heterosexual xD). Se trata de la historia del repo-man Remy (Jude Law), que se especializa en reclamar órganos artificiales que no han sido pagados a su empresa, La Unión. Tras problemas familiares Remy decide efectuar su último trabajo y retirarse para estar con su familia, pero un accidente hace que el necesite uno de los órganos artificiales que facilita La Unión. Al no ser capaz de pagar su implante, Remy pasa a ser enemigo de su empresa y emprende la huida. Su compañero de toda la vida, Jake (Whitaker) será quien deba darle caza. Se le puede reprochar cierta falta de ritmo, cierta carencia de argumentación más allá de un planteamiento interesante, pero son innegables las virtudes reflexivas que en el espectador produce el filme. Un final inesperado, al menos para mi, ayuda a que la valoración sobre ella sea positiva.



Valhalla Rising

Se me hace difícil ponerle una etiqueta a esta película. Nada mas terminarla pensé en 'aburrida', luego, al pensarlo un poco y dar con algunos puntos interesantes, pensé en 'aburrida'. No hay otra salida. Nos sumerge en una historia en el siglo X, One-Eye (Mads Mikkelsen), un enigmático y silencioso guerrero con una fuerza sobrehumana que ha permanecido esclavizado durante años, logra acabar con la vida de su captor, y huir junto a Are, el niño que le ha prestado su ayuda para escapar. En su huída ambos acabarán por enrolarse en un barco tripulado por vikingos, iniciando así un viaje que les transportará a una tierra desconocida, una tierra de autodescubrimiento, pero también de sangre, y dolor. Para los amantes de ese mundo, quizá sea algo más de lo que es para mi. Solo destaco la increíble interpretación de Mads Mikkelsen, un actor que hay que seguir de cerca.



The man from earth
Si hay alguna película a la que se le puede poner la etiqueta de perfecta (en su ámbito), esa es The man from earth. Magnífica, cautivadora, absorbente, practicamente desconocida. Lo tiene todo. La historia es muy simple a priori: un hombre se va a mudar y reúne a varios de sus amigos en una especie de reunión de despedida. Hasta aquí todo normal... hasta que les revela que tiene 14.000 años. Todos se lo toman a coña, hasta que empiezan a hacerle preguntas y las responde ágilmente y de forma correcta, dando argumentos y dejando la puerta abierta a que todo sea verdad. Todo se desarrolla en una habitación. No hay ni grandes ciudades destruidas, ni alienígenas amenazando con hacer desaparecer la Casa Blanca, ni anda suelto el primo de Godzilla. No hay efectos especiales, de hecho. La película es una continua narración en la que el protagonista, John Oldman (David Lee Smith), se descubre ante sus amigos y les cuenta la verdad. Y ellos, estupefactos, se ven atrapados por toda esa realidad ilógica. Y nosotros, como espectadores, somos arrastrados a ella y nos vemos en la misma situación que ellos. Justo aquí está la grandeza de una obra: no sólo no aburrir, sino ser apasionante. Y por descontado, original e inteligente. Para mi es una puñetera obra maestra, y demuestra que no se necesitan un saco de millones y tecnologías innovadoras para hacer buen cine.

Bueno, esto es lo que ha dado de si este ciclo de cine. Nos leeremos en el próximo.

Vida incapaz

Día tras día me ahogo en mi agonía, la cual me consume cada vez mas deprisa. Vivo en un estado constante de aburrimiento, mezclado con dosis abstractas de alegría. Difícil es sacar una sonrisa a mis labios, mucho menos una carcajada a mis cuerdas vocales. Mi mente avanza sin pausa hacia la autodestrucción; no encuentra motivación alguna. Se mantiene apagada y absorbe insignificantes cantidades de información. No es capaz de ser creativa. No es capaz. Mi cuerpo no resiste, le castiga demasiado el paso del tiempo. Cada día está más desgastado, más cansado, más olvidado. No es capaz. El paso de los segundos pesa como una losa en mi endeble corazón. Incapaz de encontrar la felicidad por mucho que se preste a ello. No es capaz de amar y echa de menos sentirse amado. Mis sentimientos son barcos a la deriva en un océano inmenso. Barcos que están destinados a vagar por siempre, incapaces de llegar a puerto, incapaces de encontrar tierra.

Así es una vida sin actitud para vivir. Incapaz.

Seré siempre

“Yo soy Ubik. Antes de que el universo existiera, yo existía. Yo hice los soles y los mundos. Yo creé las vidas y los espacios en los que habitan. Yo las cambio de lugar a mi antojo. Van donde yo dispongo y hacen lo que yo les ordeno. Yo soy el verbo, y mi nombre no puede ser pronunciado. Es el nombre que nadie conoce. Me llaman Ubik, pero Ubik no es mi nombre. Soy. Seré siempre.”

Philip K. Dick

Idealismo trascendental

Todo lo intuido en el espacio y el tiempo y con ello todos los objetos de nuestra experiencia posible, no son más que fenómenos, esto es, meras representaciones, que del modo en que se representan, como sustancia extensa o series de alteraciones, no tienen existencia propia e independiente aparte de nuestro pensamiento.