Una semana de película(s)

Se me apetecía un ciclo de cine, como esos que ponen muy de vez en cuando en algún centro comercial donde reinan las sillas de madera y el proyector. La diferencia es bastante grande, yo no admito las 'comercialadas' que llenan las carteleras de esos eventos (y de los multicines, todo hay que decirlo). Suelo ver alguna que otra película de ese tipo, no lo niego, pero más bien lo hago para darme cuenta del mal gusto que tienen millones de personas. Me gustan aquellas obras no muy conocidas o totalmente desconocidas, de esas que te encuentras sin querer y luego resultan ser unas maravillas del séptimo arte. También veo los trabajos de los grandes directores y actores, como no; podríamos resumir que solo veo lo que esta considerado, o yo considero, buen cine.
Bueno, voy a ir hablando de todo lo que he visto durante este ciclo de cine:


Celda 211

Dirigida de manera notable por Daniel Monzón e interpretada magistralmente por Luis Tosar (Malamadre) y Alberto Ammann (Juan Oliver, 'Calzones'), Celda 211 se ha convertido por méritos propios en una de las mejores películas que han salido de la factoría española. Un drama carcelario que nos cuenta la historia de Juan Oliver, un funcionario de prisiones que decide ir a su lugar de trabajo un día antes de lo estipulado para conocer las instalaciones y el ambiente de la cárcel. Una serie de sucesos hacen que se vea atrapado en un motín brutal liderado por Malamadre, cabecilla de los presos.
Es un thriller que se abre las venas y se desangra delante de tus ojos, con una narración tensa y muy bien llevada. Decir eso de 'altamente recomendable' es poco, Celda 211 se ha ganado el ser vista por todos. Es obligatorio su visionado.



Zombieland

Si te gustan los zombies esta película te encantara, sin lugar a dudas. Zombieland es una comedia con unos ligeros toques de acción. En un mundo plagado de zombis, Columbus (Jesse Eisenberg) es un gallina, pero cuando te juegas el ser comido por los zombies, el miedo puede mantenerte vivo. Un día conoce a Tallahassse (Woody Harrelson), un macarra caza zombies cuya única determinación en su vida es lograr el último twinkie (un dulce) en la tierra. Cuando ambos unen fuerzas con Wichita (Emma Stone) y Little Rock (Abigail Breslin), que también han encontrado una manera original de sobrevivir en ese caos, tendrán que elegir qué es peor: si confiar los unos en los otros para sobrevivir o sucumbir ante los zombies. Es una de esas películas hechas para pasar un buen rato, no es mala y entretiene bastante, ademas, cuenta con la aparición estelar de Bill Murray. ¿Quien no ha soñado con estar en esa situación?



El libro de Eli

Aquí nos encontramos con una de esas producciones que prometía muchísimo y se ha quedado en T de truño. La trama se sostiene a medias, pero al final... Bueno, os dejaré opinar a vosotros sobre ese final. En un futuro apocalíptico unos pocos humanos sobreviven en un ambiente increíblemente hostil y árido. Violaciones, canibalismo y salvajismo imperan en unas derruidas ciudades donde el más fuerte impone su ley. Vagando por la carretera, un guerrero solitario (Denzel Washington) se dirige al oeste con una sola misión: proteger un misterioso libro que lleva en su mochila. Washington y Gary Oldman hacen que la película sea más llevadera con sendas interpretaciones soberbias, pero no hay nada más. El libro de Eli peca de vender un pastel que ya nadie quiere, ya sabreís a lo que me refiero.

Repo men

Llegó a mi por una recomendación de un amigo, pero lo que me llevó a verla definitivamente fue Forest Whitaker, me encanta este hombre (de una manera heterosexual xD). Se trata de la historia del repo-man Remy (Jude Law), que se especializa en reclamar órganos artificiales que no han sido pagados a su empresa, La Unión. Tras problemas familiares Remy decide efectuar su último trabajo y retirarse para estar con su familia, pero un accidente hace que el necesite uno de los órganos artificiales que facilita La Unión. Al no ser capaz de pagar su implante, Remy pasa a ser enemigo de su empresa y emprende la huida. Su compañero de toda la vida, Jake (Whitaker) será quien deba darle caza. Se le puede reprochar cierta falta de ritmo, cierta carencia de argumentación más allá de un planteamiento interesante, pero son innegables las virtudes reflexivas que en el espectador produce el filme. Un final inesperado, al menos para mi, ayuda a que la valoración sobre ella sea positiva.



Valhalla Rising

Se me hace difícil ponerle una etiqueta a esta película. Nada mas terminarla pensé en 'aburrida', luego, al pensarlo un poco y dar con algunos puntos interesantes, pensé en 'aburrida'. No hay otra salida. Nos sumerge en una historia en el siglo X, One-Eye (Mads Mikkelsen), un enigmático y silencioso guerrero con una fuerza sobrehumana que ha permanecido esclavizado durante años, logra acabar con la vida de su captor, y huir junto a Are, el niño que le ha prestado su ayuda para escapar. En su huída ambos acabarán por enrolarse en un barco tripulado por vikingos, iniciando así un viaje que les transportará a una tierra desconocida, una tierra de autodescubrimiento, pero también de sangre, y dolor. Para los amantes de ese mundo, quizá sea algo más de lo que es para mi. Solo destaco la increíble interpretación de Mads Mikkelsen, un actor que hay que seguir de cerca.



The man from earth
Si hay alguna película a la que se le puede poner la etiqueta de perfecta (en su ámbito), esa es The man from earth. Magnífica, cautivadora, absorbente, practicamente desconocida. Lo tiene todo. La historia es muy simple a priori: un hombre se va a mudar y reúne a varios de sus amigos en una especie de reunión de despedida. Hasta aquí todo normal... hasta que les revela que tiene 14.000 años. Todos se lo toman a coña, hasta que empiezan a hacerle preguntas y las responde ágilmente y de forma correcta, dando argumentos y dejando la puerta abierta a que todo sea verdad. Todo se desarrolla en una habitación. No hay ni grandes ciudades destruidas, ni alienígenas amenazando con hacer desaparecer la Casa Blanca, ni anda suelto el primo de Godzilla. No hay efectos especiales, de hecho. La película es una continua narración en la que el protagonista, John Oldman (David Lee Smith), se descubre ante sus amigos y les cuenta la verdad. Y ellos, estupefactos, se ven atrapados por toda esa realidad ilógica. Y nosotros, como espectadores, somos arrastrados a ella y nos vemos en la misma situación que ellos. Justo aquí está la grandeza de una obra: no sólo no aburrir, sino ser apasionante. Y por descontado, original e inteligente. Para mi es una puñetera obra maestra, y demuestra que no se necesitan un saco de millones y tecnologías innovadoras para hacer buen cine.

Bueno, esto es lo que ha dado de si este ciclo de cine. Nos leeremos en el próximo.

Vida incapaz

Día tras día me ahogo en mi agonía, la cual me consume cada vez mas deprisa. Vivo en un estado constante de aburrimiento, mezclado con dosis abstractas de alegría. Difícil es sacar una sonrisa a mis labios, mucho menos una carcajada a mis cuerdas vocales. Mi mente avanza sin pausa hacia la autodestrucción; no encuentra motivación alguna. Se mantiene apagada y absorbe insignificantes cantidades de información. No es capaz de ser creativa. No es capaz. Mi cuerpo no resiste, le castiga demasiado el paso del tiempo. Cada día está más desgastado, más cansado, más olvidado. No es capaz. El paso de los segundos pesa como una losa en mi endeble corazón. Incapaz de encontrar la felicidad por mucho que se preste a ello. No es capaz de amar y echa de menos sentirse amado. Mis sentimientos son barcos a la deriva en un océano inmenso. Barcos que están destinados a vagar por siempre, incapaces de llegar a puerto, incapaces de encontrar tierra.

Así es una vida sin actitud para vivir. Incapaz.

Seré siempre

“Yo soy Ubik. Antes de que el universo existiera, yo existía. Yo hice los soles y los mundos. Yo creé las vidas y los espacios en los que habitan. Yo las cambio de lugar a mi antojo. Van donde yo dispongo y hacen lo que yo les ordeno. Yo soy el verbo, y mi nombre no puede ser pronunciado. Es el nombre que nadie conoce. Me llaman Ubik, pero Ubik no es mi nombre. Soy. Seré siempre.”

Philip K. Dick

Idealismo trascendental

Todo lo intuido en el espacio y el tiempo y con ello todos los objetos de nuestra experiencia posible, no son más que fenómenos, esto es, meras representaciones, que del modo en que se representan, como sustancia extensa o series de alteraciones, no tienen existencia propia e independiente aparte de nuestro pensamiento.