De mi dedo y tecla: Scars on Broadway

¿Hay vida después de System Of A Down? Por si alguien lo dudaba sí que la hay. Y una prueba de ello es el disco de debut de Scars On Broadway, o lo que es lo mismo el proyecto en el que se ha metido Daron Malakian, guitarrista de la banda norteamericana de origen armenio más reconocida del planeta. Sí, también está el batería John Dolmayan pero éste más que nada es un poco convidado de piedra en esta aventura.

Scars On Broadway, el disco, suena y no suena a System Of A Down. El compacto tiene más que ver con los dos últimos álbumes de esta banda, en los que Malakian tomó parte activa, siendo éste responsable de la música y además compartió tareas vocales con Serj Tankian. En ningún momento se muestra el desfase al que SOAD nos sometía, con esos cambios de ritmo continuos provocando que los temas fueran verdaderos ejercicios de esquizofrenia musical.


Daron Malakian está prendado en todo el disco en su faceta vocal y me gusta mucho más cuando muestra su lado amable, como por ejemplo en 'Funny' e 'Insane', dos auténticas candidatas a sonar en todos los mp3's que pocos jurarían en un test ciego que han salido de la chistera del guitarrista.
E igualmente cuando hay un cincuenta por cien de locura y dulzura como en ‘Kill each other/Live forever’ y los singles ‘They say’, que cierra el disco, y la perfecta ‘World long gone’, donde están bien colocados hasta esos teclados faranduleros.

Pero aún hay más momentos en los que Malakian te sorprende. Como esa apertura poderosa, con mitad de caña y mita de melodía, que es ‘Serious’, o esos momentos de la verdad que son ‘Babylon’ o ‘Whoring streets’.
Del otro lado están temas menores, que no despreciables, como esa pesadilla que es ‘Chemicals’ y su letra políticamente incorrecta o ‘3005’, un medio tiempo cuyo impecable estribillo me recuerda un poco a los últimos Red Hot Chili Peppers, y cuya letra contiene una aguda crítica política y social; y una que muchos criticos dicen que debería haber sido descartada, ‘Cute machines’.

En definitiva, un señor disco. Altamente recomendado, tanto por la parte musical, como por sus letras.

De mi dedo y tecla: Hajime No Ippo

Pues abro una nueva ''seccion'' en la que me dedicare a analizar/mostrar series, animes, peliculas, musica, libros, que me vaya encontrando por mi dia a dia y que yo vea conveniente, dar a conocer.



Empezaremos con Hajime no Ippo, un manga/anime de boxeo creado por Jyogi Morikawa.
La trama pincipal trata sobre la vida de un adolescente, Ippo Makunouchi, de 17 años. Practicamente vive para estudiar y ayudar a su madre en el negocio familiar, una tienda de pesca, no tiene tiempo para nada mas, ni para hacer amigos. Pero un dia se cruza con unos abusones (que abusaban casi a diario de el) y un boxeador, algo conocido en Japon, Mamoru Takamura, se cruza para defenderlo de esos matones. Es asi como entra en su vida el boxeo, ya que Takamura lo lleva al Kamogawa GYM, donde el entrena diariamente, a curarle las heridas. Ippo, poco a poco, empieza a sentir el calor de la llama del boxeo dentro de si y decide comvertirse en boxeador profesional para saber, que significa ser fuerte. A partir de aqui se ve la carrera ascendente de Ippo y a diversos boxeadores de gran calidad, como Miyata, Mashiba, Sendo, Eiji Date (campeon de Japon de peso pluma) y, sus compañeros de gimnasio, Aoki y Kimura, entre otros personajes e historias que llenan este apasionante manga/anime.

El manga consta de 86 tomos y el anime de 76 episodios, a partir del 6 de enero del año corriente, se empezo a publicar la segunda temporada de este manga/anime, New Challenger. En definitiva, es un manga/anime (anime en mi caso) que te llena, y te da la sensacion de que nada es insuperable, por el sentido de superacion del prota. Un 8,5/10, ahi os lo dejo ;)