Scars On Broadway, el disco, suena y no suena a System Of A Down. El compacto tiene más que ver con los dos últimos álbumes de esta banda, en los que Malakian tomó parte activa, siendo éste responsable de la música y además compartió tareas vocales con Serj Tankian. En ningún momento se muestra el desfase al que SOAD nos sometía, con esos cambios de ritmo continuos provocando que los temas fueran verdaderos ejercicios de esquizofrenia musical.

Daron Malakian está prendado en todo el disco en su faceta vocal y me gusta mucho más cuando muestra su lado amable, como por ejemplo en 'Funny' e 'Insane', dos auténticas candidatas a sonar en todos los mp3's que pocos jurarían en un test ciego que han salido de la chistera del guitarrista.
E igualmente cuando hay un cincuenta por cien de locura y dulzura como en ‘Kill each other/Live forever’ y los singles ‘They say’, que cierra el disco, y la perfecta ‘World long gone’, donde están bien colocados hasta esos teclados faranduleros.
Pero aún hay más momentos en los que Malakian te sorprende. Como esa apertura poderosa, con mitad de caña y mita de melodía, que es ‘Serious’, o esos momentos de la verdad que son ‘Babylon’ o ‘Whoring streets’.
Del otro lado están temas menores, que no despreciables, como esa pesadilla que es ‘Chemicals’ y su letra políticamente incorrecta o ‘3005’, un medio tiempo cuyo impecable estribillo me recuerda un poco a los últimos Red Hot Chili Peppers, y cuya letra contiene una aguda crítica política y social; y una que muchos criticos dicen que debería haber sido descartada, ‘Cute machines’.
En definitiva, un señor disco. Altamente recomendado, tanto por la parte musical, como por sus letras.